Hacer el curso de Pinaphoto en Bosnia ha sido una experiencia muy especial. Es un viaje que contiene todos los ingredientes para ser una experiencia muy enriquecedora. Es la oportunidad de ser viajero y no turista, por un lado porque vives con personas de los distintos lugares que se visitan y por otro por la propia naturaleza del viaje como curso de fotoreportaje. Los ejercicios fotográficos conllevan adentrarse y conocer a la gente y eso me ha resultado un regalo, me llevo haber compartido ratos, experiencias y vivencias, además de haber aprendido mucho.

Jordi te guía, acompaña y a la vez, te anima a espabilarte, a encontrar historias y traspasar barreras de diferentes tipos. Organiza el viaje de una manera en la que te sientes cuidado y se crea muy buena sintonía con el grupo. Además de aprender de fotografía, se aprende mucho de la cultura y la historia y lo que uno se lleva emocionalmente es muy personal pero el viaje brinda todo para que la experiencia sea inolvidable. Esperando poder hacer el siguiente.

Un mes después de llegar de Bosnia, sigo recordando con una sonrisa mil momentos de este viaje. En lo fotográfico Jordi es un gran maestro, que te empuja, literalmente, a mejorar día a día a través de nuevos retos. Como en cualquier curso, gran parte del aprendizaje te la dan tus compañeros, con los que en este caso convives 24 h.

Pero lo mejor, lo absolutamente maravilloso, es el haber conocido un poquito a las gentes que habitan el país. Vivir en sus casas y compartir historias. Nunca me hubiera creído capaz de llegar a tal grado de emoción con una cámara de por medio. Y eso, se nota en las fotografías. Así que sin dudarlo, repetiré con Pinaphoto en cuanto pueda.

Puntos a favor: el viaje en furgo, mis compañeros, el paisaje… Puntos muy a favor: las selecciones musicales de Jordi, su gran conocimiento del país y sus gentes, y los cevapis.

Hacer un curso con Pinaphoto es una experiencia intensa. Una manera de experimentar, probar y aprender a contar historias desde la fotografía. En un entorno que te es ajeno y, por eso mismo, fascinante. Una manera de acercarte al lugar y a sus gentes con el objetivo de conocerlos y luego poder explicarlos mediante imágenes. En una especie de vuelta a los principios básicos del (foto)periodismo. Pero además de todo eso, nuestro viaje a Bosnia fueron dos semanas de ruta entre un grupo de amigos que no se conocía antes de salir de Barcelona. Un road trip balcánico regado con rakia, mucha música y unos cuantos cevapi.

Si tuviera que definir el curso de Pinaphoto Patagonia seria con el adjetivo de único, y único por distintas razones. Único a nivel fotográfico porque no solo se aprende de técnica sino que se aprende también a abordar a los personajes con los que te encuentras en el camino, a narrar una historia a través de la imagen que va mucho mas allá de esa simple foto turística que se suele hacer en estos parajes. Único también a nivel personal por las experiencias a las que te enfrentas por conocer como vive la comunidad mapuche tanto en Argentina como en Chile, por poder acercarte a los pescadores de Valdivia por ejemplo, ver como es su día a día, como trabajan. Y única también la experiencia por el echo de convivir con personas con las que no te encontrarías nunca por la calle ni quizás cruzarías palabra y aprendes mucho de ellos porque son gente que viene de distintas profesiones y cierran un poco ese circulo de esa experiencia única del curso de Pinaphoto, desde periodistas, informáticos…gente muy dispar con la que se aprende también sobre fotografía por los distintos puntos de vista que ellos tienen. En definitiva una mezcla de tres componentes que hacen que la experiencia sea única.

Después de dos semanas viajando por Patagonia, en Argentina y en Chile con Pinaphoto la verdad es que la experiencia ha estado insuperable, tanto a nivel personal como a nivel fotográfico. A nivel personal convives con tus compañeros 24 horas al día, muchos de ellos no los conoces antes pero al final del viaje es como si les hubieras conocido de toda la vida. A nivel fotográfico, estamos aquí para aprender y practicar narrativa visual y el poderlo hacer en un entorno que para nosotros es completamente nuevo, como puede ser la comunidad mapuche o la comunidad de pescadores en la costa chilena, es algo que es irrepetible. Mi mayor experiencia ha sido con los pescadores de Niebla, en la costa chilena, donde tuve la oportunidad de subir en una embarcación con dos mariscadores y pasarme 6 horas con ellos con una barca, viendo y viviendo esa experiencia y explicándola en imágenes, eso me lo llevo conmigo, es algo que no olvidaré nunca a un nivel personal y fotográfico, pero es algo que para mi vale el viaje.

Los cursos de Pinaphoto han cumplido totalmente mis expectativas, la intensidad del viaje, la cercanía con la gente, la oportunidad de practicar el fotoperiodismo, creo que es una realidad que a mi me ha encantado. Se vive de una forma muy intensa con los compañeros, el trabajo en equipo, yo creo que es una buena oportunidad para disfrutar de este tipo de viaje, como una aventura.

El curso de Pinaphoto me ha parecido muy interesante la verdad, desde muchos puntos de vista, quizás el mas interesante es el punto de vista personal, el curso conlleva también una convivencia entre los compañeros y también las experiencias en los foto-reportajes con la gente, con los habitantes de Argentina o de Chile, me ha parecido muy emocionante porque se lleva uno historias humanas. Desde el punto de vista de la fotografía, pues si, claro está que he aprendido bastante. Os animo que lo hagais porque es una experiencia muy bonita a nivel personal y nivel técnico también.

Concretamente en el curso ha habido un momento que hicimos un “paracaidismo” en la población de Ensenada donde el volcán Calbuco tuvo una erupción y toda la comunidad que vivía ahí tuvo que ser evacuada. Fuimos a conseguir una historia, entramos en casa de Sandra y nos contó como vivió esa experiencia, la verdad es que cuando ella te lo cuenta no puedes llegar a comprender lo que vivió, para ella fue un infierno, y te transmite con sinceridad hasta llevarte a ese momento. Todo eso no lo vives si no haces un curso de este tipo, porque normalmente los cursos de fotografía son en la ciudad o en el pueblo donde vivas, en un estudio, pero no te involucran con la gente.

A parte de aprender de fotografía, de fotoperiodismo, de como ilustrar una historia con imágenes. Uno de los puntos fuertes del cursos es convivir con tus compañeros 24 horas al día durante 14 días, desayunamos, comemos, cenamos, hacemos todo juntos y se crea un clima muy bonito que de otra forma no podrías vivir, además somos personas cada una de su padre y su madre que en España no nos conoceríamos y aquí el nivel de conexión es espectacular.